lunes, 17 de octubre de 2011

El retorno de los pescadores



A medida que me acercaba al puerto, se podían escuchar las voces animadas de los pescadores.

Es que la pesca había sido abundante, todos estaban alegres, y cada uno hacía la tarea que le correspondía…parecía como que este último esfuerzo se sentía menos, al ver el fruto de su labor en el mar.
Estaban alegres.

En el muelle entraban los vehículos que habitualmente compran la pesca del día.



Los hombres hablaban animadamente, los perros se contagiaban de tanta actividad e iban de un lado a otro como si tuvieran que realizar alguna tarea importante, las personas que estaban paseando por ahí se detenían a observar lo que sucedía…entre ellas, yo.
Lo primero que vi, fue un pequeño camión a la entrada del muelle, con sus puertas abiertas y al costado del mismo, una pila de cajones de plástico. Cuando me acerqué a ver, me quedé impresionada, al ver que el cajón estaba lleno de corvinas…


Pero, cuando me acerqué a los barcos, quedé maravillada…nunca había visto tantos pescados en la cubierta de un barco…lancé una exclamación de asombro e inmediatamente le pedí permiso a uno de los pescadores para tomar una fotografía y éste, muy amablemente y con una sonrisa en el rostro me dio su autorización:



En el muelle, algunos pescadores estaban limpiando los pescados entre animadas conversaciones, bromas y la música de la radio a todo volumen:

De pronto, vi una silueta que emergía del agua, era un lobo marino, que comía  los pescados que los hombres desechaban tirando al agua, sabiendo que tenían un cliente que sabía aprovecharse muy bien de sus descartes.
Pero no estaba sólo, porque las gaviotas también estaban interesadas en el botín:


Después de observar largamente al lobo y a las gaviotas, continué caminando por el muelle y descubrí a otros dos lobos marinos, pero estos eran enooormes!!! 
Seguramente ya habían cenado, porque estaban durmiendo sobre el muelle:




Qué hermoso!!!

Estos animales, son salvajes, pero eligieron estar cerca de los hombres, cada uno respetándose mutuamente, conviven en un equilibrio muy particular (yo Pescador, trabajo y comparto algo contigo lobo marino…y yo Lobo Marino, aprovecho lo que me das y te regalo mi compañía y mis piruetas en el mar)…y qué interesante, me pongo a pensar en el contraste que observo: 1) las partes que se relacionan: los lobos (enormes, poderosos, salvajes) y los pescadores (hombres sufridos y rústicos, que pasan largas horas embarcados, en la soledad del mar) y  2) la relación en sí, algo tan delicado como es el equilibrio. 
Ambas partes se acercan, sabiendo que no se van a hacer daño
mutuamente.

Observo que a pesar de que los pescadores hacen un trabajo duro, esto no les endurece  el corazón, y que disfrutan de la compañía de los lobos marinos y cuando veo que les lanzan unos pescados, así nomás como al descuido, en realidad, me da la sensación de que lo hacen disfrutando lo que hacen.

Ellos saben encontrar la parte linda en la dura actividad que realizan…y me voy yendo, pensando en cómo los seres humanos tenemos esa capacidad de encontrar la parte agradable de cada actividad que realizamos… digo “de encontrarla”…creo que la parte agradable siempre está, pero hay veces en las que nosotros no sabemos buscarla y es por eso que no la encontramos.

Soy una convencida de que, deben ser muy pocas las tareas que realizamos que no entren en esta descripción…en general, los trabajos que realizamos, todos, pueden tener su parte agradable, aún cuando sea una tarea dura…por ejemplo, he hecho trabajos en mi casa, que no son los que más me gustan, como por ejemplo, pasarle impermeabilizante a un techo (guaaac! te ensuciás muchísimo con ese producto tan pegajoso!!!) pero mientras lo hacía pensaba en lo bien que iba a quedar el techo para enfrentar las inclemencias del invierno, y después al estar terminado el trabajo, lo observaba y quedaba muy satisfecha con los resultados y eso me daba alegría y un sentimiento de logro y suficiencia…

Después, me fui del puerto y por el camino, pude disfrutar de otros regalos que fui encontrando y a los que fotografié.

Los comparto con ustedes:







Reservé esta para lo último, porque me gusta mucho el contraste, los colores acotados y las luces que tiene...la llamé "Siluetas":


Espero que hayan disfrutado este paseo tanto como yo.

Bye,
        Eme

No hay comentarios:

Publicar un comentario